El Parlamento Europeo y el Consejo han alcanzado hoy un acuerdo político definitivo sobre el Instrumento Anticoercitivo. Este nuevo instrumento permitirá a la UE responder a la coerción económica y, por tanto, defender mejor sus intereses y los de sus Estados miembros a escala mundial.
El Instrumento Anticoercitivo pretende tener, en primer lugar, un efecto disuasorio ante cualquier posible coerción económica. Si, no obstante, tiene lugar una coerción de este tipo, el Instrumento ofrece una vía para que el tercer país en cuestión ponga fin a las medidas coercitivas mediante el diálogo y el compromiso. Y si, a pesar de todo, fracasa el compromiso, también abre la puerta a que la UE imponga una amplia gama de posibles contramedidas contra el país coaccionador, como sería el caso de una imposición de aranceles, restricciones al comercio de servicios, o bien restricciones al acceso a la inversión extranjera directa o a la contratación pública.
En caso de que un tercer país cause un perjuicio por su coerción económica, el acuerdo que se ha alcanzado hoy incluye un marco jurídico para que la UE le exija que repare este perjuicio. Y el instrumento también abarca las normas relativas a la toma de decisiones, especialmente el papel del Consejo a la hora de determinar si la UE o un Estado miembro son objeto de coerción económica, así como los plazos para la actuación de la UE en el marco del instrumento.
La UE seguirá cooperando con socios y aliados afines para hacer frente a la coerción económica, y el Instrumento Anticoercitivo es una contribución importante a los esfuerzos internacionales en este ámbito. | RAPID, IP/23/3046, 6.6.2023