Después de Charlie Hebdo: ser musulmán y sentirse europeo
Yolanda Onghena
CIDOB. Opinión # 303. 2015
Europa no es una idea abstracta flotando en la niebla burócrata de Bruselas. No, Europa es esta unión de europeos, es decir, una unión de personas de las cuales se supone que, al margen de su pertenencia nacional, sienten una cierta pertenencia supranacional. ¿Hasta dónde ha trabajado Europa esta unión entre ciudadanos? Durante años se ha hablado de proximidad, de convivencia, de la diversidad cultural que debía aportar este plus a cualquier identidad, pero en la mayoría de los casos todo quedó en palabras vacías, en alguna política en época de pre-campaña electoral o en un slogan que nos hacía sentir bien. Sin embargo, muchas de estas palabras han perdido hoy su inocencia por su complicidad a la hora de proponer políticas desde una miopía chauvinista, nacionalista o universalista. Después de los atentados de París y la alerta terrorista en Verviers (Bélgica) hemos visto aparecer una nueva movilización ciudadana. Ciudadanos europeos en marcha contra el terror, el radicalismo y la amenaza. Podemos ver también cómo, de manera discreta, emerge un espacio público europeo compartido entre todos en el que la gente pueda reaccionar a los cambios, aprender de la diferencia respecto al otro, separarla de cualquier miopía cultural y cuestionar su responsabilidad.[+]